Nadie se baña dos veces en un mismo río, porque cuando vuelves, agua nueva ha llegado.
Así mismo con las personas, nadie se encuentra dos veces a la misma persona porque gracias al tiempo que todo erosiona y a las experiencias vividas, cuando se vuelven a ver tanto tú como el otro son personas distintas.
Muchas veces al lugar que has sido feliz no puedes volver porque como dijo Sabina: 'El tiempo hizo sus destrozos'.
Así que en ese sentido lo que extrañas ya no existe. A veces las circunstancias son más aplastantes que nuestra fuerza de voluntad lo que nos puede llevar a perder amigos, parejas o familiares en el camino de nuestra vida.
En lugar de lamentarnos por las personas que hemos perdido en el camino quizás sea mejor alegrarnos y agradecer por haber tenido la dicha de haber coincidido con ellas.
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