miércoles, 28 de diciembre de 2022

LA NAVIDAD como símbolo del fin del sacrificio1. No temas reconocer que la idea del sacrificio no es sino tu propia invención ni trates de protegerte a ti mismo buscando seguridad donde no la hay. Tus hermanos y tu Padre se han vuelto muy temibles para ti. Y estás dispuesto a regatear con ellos por unas cuantas relaciones especiales, en las que crees ver ciertos vestigios de seguridad. No sigas tratando de mantener tus pensamientos separados del Pensamiento que se te ha dado. Cuando aquellos se ponen al lado de Éste y se perciben allí donde realmente se encuentran, elegir entre ellos no es más que un dulce despertar, tan simple como abrir los ojos a la luz del día cuando ya no tienes más sueño.2. El símbolo de la Navidad es una estrella; una luz en la obscuridad. No la veas como algo que se encuentra fuera de ti, sino como algo que refulge en el Cielo interno, y acéptala como la señal de que la hora de Cristo ha llegado. Cristo llega sin exigir nada. No le exige a nadie ningún tipo de sacrificio. En Su Presencia la idea de sacrificio deja de tener significado, pues Él es el Anfitrión de Dios. Y tú no tienes más que invitar a Aquel que ya se encuentra ahí, al reconocer que Su Anfitrión es Uno y que ningún pensamiento ajeno a Su Unicidad puede residir allí con Él. El amor tiene que ser total para que se Le pueda dar la bienvenida, pues la Presencia de la Santidad es lo que crea la santidad que lo envuelve. Ningún temor puede asaltar al anfitrión que le abre los brazos a Dios en la hora de Cristo, pues el anfitrión es tan santo como la Perfecta Inocencia que Cristo protege y Cuyo poder a su vez lo protege a él.3. Esta Navidad entrégale al Espíritu Santo todo lo que te hiere. Permítete a ti mismo ser sanado completamente para que puedas unirte a Él en la curación, y celebremos juntos nuestra liberación liberando a todo el mundo junto con nosotros. Inclúyelo todo, pues la liberación es total, y cuando la hayas aceptado junto conmigo la darás junto conmigo Todo dolor, sacrificio y pequeñez desaparecerá de nuestra relación, que es tan inocente como la relación que tenemos con nuestro Padre e igual de poderosa. Todo dolor que se traiga ante nuestra presencia desaparecerá, y sin dolor no puede haber sacrificio. Y allí donde no hay sacrificio, allí está el amor.

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