jueves, 27 de abril de 2023

APRENDÍ

Aprendí que no tengo que reaccionar a cualquier cosa que me moleste.

Aprendí que la energía necesaria para reaccionar a cada cosa "mala" que me sucede, me agota y me impide ver las otras cosas buenas de la vida.

Aprendí que no voy a ser el consuelo de todos y que no voy a poder llevar a todos a tratarme como quiero que me traten y no es para tanto.

Aprendí que tratar de "ganar" a cualquiera es solo una pérdida de tiempo, energía y que solo me llena de vacío.

Aprendí que NO reaccionar no significa que esté de acuerdo con las cosas, simplemente significa que elijo elevarme por encima.

Elijo aprender la lección, me sirvió y aprendo de ella. 

Elijo ser la persona más grande.

Elijo mi tranquilidad mental porque eso es lo que realmente necesito.

No necesito más drama.

No necesito que la gente me haga sentir que no soy lo suficientemente buena.

No necesito peleas, argumentos y conexiones falsas.

Aprendí que a veces, no decir nada, lo dice todo.

Aprendí que reaccionar ante cosas que me molestan, le dan poder a alguien sobre mi y sobre mis emociones.

No puedo controlar lo que hacen los demás, pero puedo elegir cómo reaccionar, cómo lo manejo, cómo lo percibo y cuánto de ello me lo tomo personal.

Aprendí que la mayor parte del tiempo, estas situaciones no dicen nada sobre mí y mucho sobre la otra persona.

Aprendí que todas estas decepciones están ahí para enseñarme a amarme y me servirán de escudo.

A veces es mejor dejar ir las cosas, dejar ir a la gente, no luchar por el cierre, no pedir explicaciones, no perseguir las respuestas y no esperar que entienda desde donde tú lo ves.

Aprendí que la vida se vive mejor cuando no la centras en lo que pasa a tu alrededor y la centras más bien en lo que sucede dentro de ti.

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