Eres como un fuego que a su paso lo devora todo
Y ni siquiera la lluvia que puede con todo hace que mi alma te borre para siempre...
Escucho una voz extraña que me llama y me reclama,
Por un momento pensé que eras tú aunque hoy no me dijiste nada...
Cierro los ojos y duermo. El día ya se acaba.
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