jueves, 2 de marzo de 2023

PARA LLEGAR.

Para llegar a donde estoy,
tuve que soltar las manos que juraron sostenerme en el camino.
Tuve que cruzar laberintos de rocas infinitas.
Tuve que ganarle a las arenas movedizas de los pensamientos de mi mente.

Para llegar donde estoy tuve que ser egoísta.
Una, dos o más de tres veces en mi vida.
Tuve que brincar charcos de inseguridades y mares de poco amor propio.

Para llegar donde estoy tuve que subir unas montañas de depresiones, ansiedades y llantos de soledad. 

Para llegar donde estoy tuve que joderme, verme,
aceptarme.

Tuve que soltar nubes de melancolía,
vivir como si fuera mi último día.

Tuve que alimentarme de lo mejor y dejar las migajas que me ofrecían.
Tuve que hacer distancia de lo que me hacía caer y hacerme daño.

Para llegar donde estoy,
tuve que subirme en un pedestal,
en el pedestal que había colocodo a otros.
Tuve que dejar todas mis expectativas,
soltarlas. 

Si no lo hubiera hecho no estuviera donde estoy.
Me falta mucho por recorrer,
pero estoy casi llegando a la cima.
Y hoy puedo decir que todo lo que he logrado,
es GRACIAS A MÍ 

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